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Conoce todos los secretos del sistema inmunológico

¿Qué es el sistema inmunológico?

El sistema inmunológico o sistema inmunitario es el mecanismo de defensa del cuerpo humano, está formado por células, órganos y tejidos que ayudan al cuerpo a luchar contra agresiones externas (virus, bacterias o patógeno) e internas (células tumorales).

El sistema inmunológico cuenta con los glóbulos blancos (células sanguíneas) cuya función es importante para llevar a cabo esta defensa y cuyos precursores se forman en la médula ósea, los ganglios linfáticos o el bazo, entre otros. Todas las células inmunológicas colaboran entre ellas para que la respuesta sea efectiva.

Cada glóbulo blanco tiene distintas formas de combatir las enfermedades, ya que cada uno se especializa en un tipo de agente patógeno y combaten con distintas técnicas de respuesta inmunitaria entre sí. Los tipos de glóbulos blancos que hay en nuestro organismo son:

  • Linfocitos: estos generan anticuerpos contra virus y bacterias. Los linfocitos son las células que se encargan de combatir las infecciones y destruir células extrañas. Se diferencian 3 tipos de linfocitos: linfocitos B, linfocitos T y los Natural Killers.
  • Neutrófilos: eliminan hongos y bacterias principalmente y es el tipo de glóbulo blanco más abundante en el organismo.
  • Eosinófilos: combaten las células cancerosas y refuerzan al cuerpo durante las reacciones alérgicas.
  • Basófilos: segregan sustancias químicas en la sangre para controlar las respuestas del sistema inmune.
  • Monocitos: descomponen las bacterias, son el glóbulo blanco con la vida más largas

¿Cómo funciona el sistema inmunológico?

Si alguna vez te has preguntado cómo funciona el sistema inmunológico, aquí encontrarás respuesta, como sabemos el sistema inmunitario es una de la principal defensa que tenemos naturalmente los seres vivos ante organismos patógenos como virus y bacterias que pueden dañarnos y producir patologías más o menos graves, así que esencial y prioritario, cuidar de él tan bien como él cuida de nosotros.

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Como ejemplo vamos a comparar el sistema inmunitario con una brigada del SAT (equipo especial de asalto), que como sabemos son policías muy entrenados y dispuestos a acudir ante cualquier emergencia o amenaza. Cuando nuestro sistema inunológico detecta una posible amenaza (como agentes extraños o patógenos que puedan crear infección o enfermedad infecciosa) envía a nuestros glóbulos blancos directamente hasta donde se encuentra la emergencia para combatirla, tratando de neutralizarla hasta que finalmente logran eliminarla.

Con esto se desencadena la respuesta inflamatoria en la zona afectada, ya que es donde se encuentran estos glóbulos blancos trabajando, se llena de ellos abultando el área y provocando dolor, rubor y tumefacción durante el proceso. Hay que entender que es importante mantener este proceso inflamatorio, ya que es la manera en la que los glóbulos blancos puedan trabajar libremente, ya que en varias ocasiones se impide ésto cuando se toman antiinflamatorios (el médico debe valorar si prescribirlos o no dependiendo del caso particular de cada paciente).

El sistema inmunológico puede recibir nuestra ayuda, que permitirá un reforzamiento del mismo para estar preparado ante cualquier eventualidad provocada por los agentes patógenos. ¿cómo? ya sea a través de algún medicamento, con complementos vitamínicos o incluso a través de una vacuna para enseñarle cómo defenderse, las vacunas desarrollan inmunidad contra enfermedades específicas.

¿Cuándo debemos sospechar que nuestras defensas están bajas?

Hay síntomas que nos pueden dar pistas, como:

  • Herpes en los labios
  • Cansancio intenso
  • Heridas que tardan en cicatrizar
  • Dolores musculares habituales
  • Fragilidad del cabello y uñas

Los enemigos del sistema inmunológico provocan que nuestro organismo y sistema inmunológico se debilite, facilitando el contagio de infecciones a pesar de que la persona esté vacunada y una mayor duración de las mismas.

  • Una alimentación desequilibrada
  • El humo del tabaco
  • La cafeína
  • La contaminación ambiental
  • El estrés
  • El sedentarismo
  • El exceso de ejercicio físico

¿Cómo mejorar y fortalecer nuestro sistema inmunitario?

El sistema inmunológico se ve reforzado por rutinas saludables.

Como hemos señalado antes, el sistema inmunológico protege el cuerpo de infecciones y enfermedades; combate desde los virus del resfriado y la gripe hasta enfermedades graves como el cáncer (células tumorales). Éste además se ve influenciado por muchos factores. Algunas formas en las que podemos fortalecerlo son las que citamos a continuación.

Mantener una dieta saludable

Una dieta saludable es clave para un sistema inmunológico fuerte. Comer verduras, frutas, legumbres, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables.

Con esto proporcionamos al sistema inmunológico la energía que necesita, y obtenemos las cantidades suficientes de micronutrientes que desempeñan un papel importante en su mantenimiento.

Nombraremos algunos de estos micronutrientes:

  • Vitamina B6, que se encuentra en el pollo, salmón, atún, plátanos, vegetales verdes y patatas.
  • Vitamina C, que se encuentra en los cítricos, incluidas las naranjas y las fresas, así como en los tomates, el brócoli y las espinacas.
  • Vitamina E, que se encuentra en las almendras, aceite de girasol, semillas de girasol, mantequilla de cacahuete y espinacas.

Los expertos creen que el organismo absorbe las vitaminas de manera más eficiente a partir de la alimentación natural, en lugar de suplementos, la mejor manera de apoyar tu sistema inmunológico es comer una dieta sanamente equilibrada.

Hacer ejercicio de forma regular

La actividad física nos ayuda a desarrollar nuestros músculos, eliminar el estrés, nos permite estar sanos y con ello promover un sistema inmunológico saludable. Siendo por lo tanto, muy importante mantenerse activo y hacer ejercicio regularmente.

Cuando practicamos ejercicio físico aumentamos la circulación general, lo que facilita que las células del sistema inmunológico y otras moléculas que combaten infecciones, viajen más fácilmente a través del cuerpo hacia el lugar de acción.

Varios estudios han demostrado que realizar 30 minutos de ejercicio moderado-intenso todos los días ayuda a estimular el sistema inmunológico.

Hidratación

El agua es un elemento sustancial para el organismo, ya que como habréis escuchado en alguna ocasión, los humanos somos un 70% agua. Este elemento participa en el desarrollo del sistema inmunológico, ya que en nuestro sistema circulatorio, tenemos un líquido llamado linfa, cuya función principal es la de transportar células inmunológicas para combatir infecciones alrededor del cuerpo, y está compuesto en mayoría de su parte de agua. Estar deshidratado ralentiza el movimiento de la linfa, lo que a veces conduce a un sistema inmunológico deteriorado.

Para ayudar a mantener nuestro sistema inmunológico, hay que asegurarse de reemplazar el agua que perdemos en la respiración, sudoración, o excreción de orina y deposiciones. Así que beber agua.

Dormir lo suficiente

El sueño no se siente como un proceso activo, pero muchas actividades fundamentales ocurren cuando el organismo no está despierto. Una de ellas es que durante el sueño se crean importantes moléculas que combaten las infecciones.

Estudios han demostrado que las personas que no duermen lo suficiente son más propensas a enfermarse después de la exposición a virus, como los que causan el resfriado común. Para darle a tu sistema inmunológico la mejor oportunidad de combatir infecciones y enfermedades, es importante saber cuánto sueño debes tener cada noche, ya que aunque se diga que son entre 7-8 horas para tener un sueño reparador, depende mucho de cada persona.

Minimiza el estrés

El estrés afecta a nuestra salud y por lo tanto de forma directa al sistema inmunológico. Durante un período de estrés, particularmente el estrés crónico, frecuente y duradero, el organismo responde iniciando una respuesta de alerta, aumentando los niveles de cortisol. Esta reacción del cuerpo, suprime nuestro sistema aumentando así la probabilidad de infección o enfermedad.

El estrés es diferente para todos, incluso la forma de aliviarlo también es diferente en cada individuo. Existen actividades que ayudan a reducir y controlar el estrés, como practicar ejercicios de respiración profunda, meditación, oración o como señalamos antes, practicar ejercicio físico.

Desde Farmacia El Laurel esperamos que este post te haya servido de ayuda.

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